Perdemos la noción de lo esencial cuando nos mantenemos en la superficie de la vida. Cuando todo se va en resolver la subsistencia y no en ensanchar la existencia. La inseguridad vestida de gala turba el alma ante los compromisos terrenales y los comportamientos reglamentados; sobre todo para quienes no se resignan a una vida sin curvas, que permita la sensación fulgurante de los riesgos. Pero es fácil adentrarse con profundidad en lo realmente valioso cuando creemos en los procesos sincrónicos de un orden mayor. Todo encaja, siempre todo encaja. Hasta lo malo encaja. Lo que sucede es que a simple vista no percibimos la perfección del encuentro entre hechos, circunstancias y personas que nos rodean en un punto exacto del sistema. Nos empeñamos en forzar resultados caprichosos confundiendolos con evolución de nuestras propias vidas, y he allí el origen del caos que experimentan nuestras emociones.
Las sincronías unen puntos que coexistirán en un estado de beneficio mayor que no vemos ni pensamos mientras ellas ocurren. Se trata de darles sentido. A mayor sentido de las sincronías que ocurren en nuestra vida, mayor disfrute de las experiencias, más salud física y emocional y más encuentro con el amor en todas sus acepciones.
Sentir. Solo sintiendo podrán reconocer las sincronías. Ya después sabrán qué hacer con ellas.
Besos Brujos.
Imagen: Arcano X: La Rueda de la Fortuna. Tarot Favole de Victoria Frances.
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