1. El Tarot es una filosofía de vida. Creo firmemente que el ser humano necesita creer en algo para vivir. Una motivación, una fe, y más concretamente una idea, son necesarias para hacer una vida útil y con una finalidad. Descubrirnos en una misión de vida o explicarnos cuál es la razón por la que estamos aquí en este plano físico es realmente necesario para hallarnos con sentido. Cada quien escoge una teoría diferente a la cual aferrarse o la cual seguir en su vida. A veces esta idea a la que la gente se aferra no es la más “correcta” o la que lo lleva a su máximo nivel de conciencia, sin embargo lo más importante es que tenga una idea en medio de la cual empiece a descubrirse disertando y entonces, vamos bien. El Tarot es una de las ideas más completas a la cual podemos adherirnos; es una filosofía categórica y convincente, y a mi manera de ver es sumamente objetiva y aplicable en todas, en absolutamente todas las situaciones. No hay espacio para la negación en el Tarot.
2. El estudio del Tarot no consiste en conocer cada arcano y cada palo de cartas por separado. El Tarot es el arte de la combinación de la baraja para obtener una interpretación exacta de los hechos y sentimientos del consultante en un momento muy específico. Mientras más hábil sea la bruja o el brujo en la interpretación de la disposición de la baraja en una tirada específica, más datos se le pueden ofrecer al consultante para la resolución de sus conflictos y para su avance personal. Quiero hacer notar la relevante importancia que adquieren los Arcanos Menores en la combinación de cada tirada al interpretar la vida de los consultantes. Si bien es cierto que los Arcanos Mayores representan el viaje hacia la expansión de la conciencia del ser; los Arcanos menores representan los detalles y particularidades que individualizan la vida del consultante y hacen de su experiencia de vida un viaje único e irrepetible. La separación de la baraja entre Arcanos Mayores y Menores no procede para mí entonces.
3. La generalidad no existe en la interpretación del Tarot. Por más que intentemos dar cada vez más técnica en la interpretación de las cartas, las instrucciones generales para enseñar y para leer Tarot resultan solo un elemento auxiliar para la bruja o el brujo. Por eso cada lectura resulta única y personal y se trata de que tanto consultante como mago decanten toda la información obtenida durante la consulta hacia deducciones simples y concretas que lleven a acciones precisas del consultante en el mundo terrenal y que, le permitan avanzar y evolucionar interna y externamente a sí mismo.
4. La experiencia constituye el centro de mi hipótesis. Considero que las vivencias específicas de cada ser humano le aportan un nivel de conocimiento superior que lo puede llevar a ser consciente de su propia existencia. Esto es, a vivir una vida con sentido y profundidad entendiendo el trasfondo de lo vivido como parte de un ciclo muy particular de presencia en este plano, que le pertenece solo al protagonista de la vivencia. Participar de cierta vivencia genera en cada ser humano determinadas emociones, sentimientos, posiciones y visiones dependiendo de otras variables como el sexo, la edad, la cultura, la circunstancia, el entorno social y hasta el nivel de estudios intelectuales. Esas emociones deberían dar como resultado ciertas conclusiones a cerca de la experiencia; en algunos casos los resultados apuntan hacia el crecimiento y el avance del ser humano en pro de una conciencia superior, y en otros casos no. El asunto es que cada vivencia genera experiencia, y la experiencia debe significar cierto conocimiento que solo proviene de sentir un evento como propio y no como ajeno. Creo firmemente que no es lo mismo conocer a cerca de un duelo (emocional o físico) por experiencia personal que porque lo vimos en nuestro mejor amigo. En este sentido, solo la apreciación personal de los eventos al estar involucrados en ellos, nos da una medida de cómo actuar ante cada uno dependiendo de los resultados que queramos obtener.
La vida está concebida para mí como una experiencia personal de cada ser en la cual el pensamiento, las ideas, el razonamiento y el análisis son más puros porque están edificados sobre bases individuales y no colectivas; y es mucho más fácil y confiable la superación y el crecimiento espiritual de una sola conciencia a la vez, que la emisión de reglas y paradigmas no sentidos ni vivenciados por nadie, que darán como resultado (en el mejor de los casos) una evolución social y común, y no interna de cada ser.
Besos Brujos,
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